Para ser santo hay que mirar el ejemplo de otros
pero no copiar a ninguno! Cada santo es diferente,
único, irrepetible... por
eso importa tanto que logres la meta, ¡porque no
hay reemplazantes para ti!
Si no eres santo, nadie asumirá tu puesto ni
recorrerá tu camino!
¡El mundo se lo perderá!